sábado, 17 de agosto de 2013

El HAMBRE de JUSTICIA de los INOCENTES

 

Es penoso ver cómo el hambre llega a los pueblos. Pero más penoso aún es ver cómo hay gobernantes llenando sin pudor sus bolsillos con dinero público y dando la espalda a tanta gente inocente torturada por el sufrimiento, siempre innecesario. Comparsas gubernamentales. Jugando a las grandezas con el pan y con el futuro de los pueblos. Y ahí están, apoltronados; haciendo creer a sus pobres vecinos que han venido para arreglar los problemas de su pueblo. Problemas que siempre dejaron otros. Siempre otros, claro está. Pero los sueldos no son otros los que los cobran.